¿Quieres prevenir o tratar la obesidad infantil?

No hablamos de tener cuerpos perfectos, y menos en niños… pero los datos de salud están sobre la mesa. En España el 40 % de los pequeños entre 3 y 8 años tiene obesidad infantil o sobrepeso El problema que se mantiene en un 14’2 % hasta la mayoría de edad, según datos del “Estudio Nutricional de la Población Española” publicado por la Sociedad Española de Cardiología.

Con estos datos en la mano, quizá sea un buen momento para saber si nuestros hijos están siguiendo una dieta adecuada y/o si tienen una tendencia genética para desarrollar este problema de salud. Para ello resulta de gran ayuda el Test Genético de Obesidad Infantil de Onegen Lab, ya que permitirá conocer si existe una predisposición. Con este estudio nutrigenético se podrá saber varios marcadores nutricionales tan importantes como:

• Si el menor puede desarrollar una obesidad.
• La mejor forma de controlar el apetito y la ansiedad.
• Prevenir el déficit de vitaminas.
• Controlar el riesgo de padecer diabetes tipo II.
• Saber el riesgo de padecer Intolerancia a la lactosa.
• Saber el riesgo de padecer la enfermedad celiaca en niños.

Por eso, junto con la adquisición del Test Genético de Obesidad Infantil de Onegen Lab, se incluye una sesión de 60 minutos con su Coach Nutricional familiar, quién ayudará a toda la familia a mejorar la nutrición infantil, de los adolescentes, y de los padres.

La importancia de un Coach Nutricional

Además de interpretar y explicar de forma práctica el test genético, un Coach Nutricional dará las pautas para mejorar la alimentación de la familia. Y es que “la alimentación de los padres es el espejo para los niños. Conseguir que se mejore la dieta y los hábitos en una familia repercutirá en una mejor alimentación para todos”, nos explican desde el departamento de nutrición de Onegen Lab. Estas son algunas de las recomendaciones que dan en caso de:

* Tendencia a la obesidad. Buscar una alimentación equilibrada poniendo el foco en evitar en lo posible alimentos procesados, azúcares y harinas refinadas. Al mismo tiempo, se potenciarán los vegetales (frutas y verduras) equilibrando la cantidad de proteína animal y vegetal. La hidratación es también muy importante, ya que a los pequeños se les puede llegar a olvidar. Asimismo, cuidar de los buenos hábitos, hacer –al menos– una comida con toda la familia sentada en la mesa y evitar la sobre-exposición a las pantallas son algunas de las recomendaciones de los especialistas.

* Riesgo de intolerancia a la lactosa. En estos casos de deben eliminar los lácteos, sobre todo la leche animal. Según el grado de intolerancia que se padezca, hay alguno yogures o quesos fermentados que se pueden tomar sin problemas. A los padres no les debe preocupar la falta de calcio, ya que este puede provenir de muchas verduras (brócoli, col…), semillas (sésamo…), frutos secos (almendras…), etc.

* Predisposición a la celiaquía. La intolerancia al gluten se puede evitar –según los grados– moderando la ingesta de cereales que lleven este componente (presente en el trigo, espelta, kamut…) En estos casos las recomendaciones pasan por jugar con otros cereales, preferiblemente en su versión integral: arroz, maíz, quinoa, trigo sarraceno, etc.

Cómo adquirir el Test que detecta la obesidad infantil

            PVP del Test Genético Obesidad infantil + Coach Nutricional Familiar para 1 miembro de la familia: 179,99 €